Hace algunos días en el compartir de mi almuerzo mensual de amigos, le dimos paso a
una conversación que nos sacó de los temas recurrentes de política, fútbol y
otras banalidades. El tema era el de la función del abogado y la ética en el
ejercicio de la profesión. No sobra mencionar que soy abogado disidente y un buen número de
mis comensales son practicantes activos y exitosos del derecho.
Los escándalos públicos de Interbolsa, DMG, Grupo Nule, las
concesiones y los baldíos, entre otros, arrojaban un elemento en común: una
sofisticada maraña jurídica que busca ocultar o hacer pasar como legal
actuaciones dudosas ante la misma ley. Los actores de las mismas, sofisticadas
y renombradas firmas o abogados prestantes con el mas alto reconocimiento.
En su infinita sabiduría han creado vehículos jurídicos para
captar dinero del público, sociedades para hacerse a grandes extensiones de
tierra, triangulaciones y testaferratos para ocultar la verdadera propiedad.
Apoyan en la estructuración de licitaciones y una vez adjudicadas solicitan
desequilibrios contractuales sin que se haya movido un solo metro cúbico de
tierra. Fabrican testigos e inventan pruebas y si algo de tiempo les sobra lo
gastan en la redacción de leyes o dándose un baño de popularidad en alguno que
otro micrófono. Cuando la maraña se enreda, ayudan a sus clientes a negociar con la justicia absurdas delaciones que impiden la correcta y equitativa aplicación de la justicia.
Revisando todo aquello que hacen, no puedo sino compadecerme
de la dureza de la profesión. Duro es mentir, duro es inventar y duro es
ocultar y no dejar rastro. Extenuante es ser servil a los intereses de clientes
que quieren comprar consciencias.
Es posible que me equivoque al pensar que ese es el camino
más duro. En mi duda recuerdo las palabras de Al Paccino en Perfume de Mujer al afirmar que en su vida
siempre había escogido el camino incorrecto, por la sencilla razón de que el
camino correcto era siempre el mas
difícil. Y si el camino de los principios, los valores, la ética, lo correcto,
la verdad y la ley es el mas difícil, hemos equivocado nuestro camino como
sociedad.
Gracias Dito, de acuerdo con sus pasos y en congruencia con su estilo de vida, estaba esperando sus comentarios sobre esto y más, gracias por compartirlo y felicitaciones por el actuar y no callar, me gustaría invitarlo a estas tierras santandereanas y conversar sobre esto y más.
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