miércoles, 29 de enero de 2014

Manual Para el Voto Irresponsable

Se nos escapó el mes de enero, y en poco mas de un mes iniciamos en el país los comicios electorales para elegir Cámara, Senado, y en el mes de mayo Presidente de la República. Sea el momento de reflexionar sobre las futuras elecciones, y dar algunas recomendaciones para que cada uno se convierta en un votante irresponsable o responsable según su preferencia.

Si su elección es ser el mas de los irresponsables simplemente no vote. Recurra a las trilladas frases que dicen que todos los políticos son una porquería y que la política le da asco, y quédese  los domingos de marzo y de mayo en plan de descanso (como lo hizo Dios después de la creación del mundo). Solo recuerde que Dios lo hizo después de arduas labores y que en su caso lo hace por una irresponsable pereza de participar del deber democrático.

El voto en blanco es una opción. Lo es cuando se hace a consciencia y después de sesudo análisis de las opciones que la democracia le plantea. Si en paleta de la política nada lo convence, vote en blanco. Ahora bien no lo haga por pereza. Tómese el tiempo de mirar y estudiar la gama de colores e inclinaciones que le presenta la política nacional. Tome una posición roja, azul, amarilla, verde, fucsia o la que sea. Identifíquese con el centro, la derecha, la izquierda, centro derecha, centro izquierda o  izquierda derecha. Mire con quién tiene afinidad, revise sus antecedentes y juéguesela. Si aspira con su voto en blanco a reconocerse y ser reconocido como intelectual moderno, no se equivoque, si acaso llegará a mamerto de cuarta categoría. No piense que el votar en blanco le da derecho a criticar, el voto le da derecho a elegir y esta es la clave, elegir bien.

Si aún nada lo convence y quiere ser bien irresponsable vote por el más churro o la más mamacita. Pídale a Dios que Jorge Enrique Abello, Rafael Novoa o Taliana Vargas se postulen y listo el pollo. Si esta es su opción no se le olvide que la política y la actuación comparten cierto tipo de competencias personales pero difieren en otras muchas. Hacer política no es fácil (tampoco lo es ser buen actor) y no deberíamos denigrar y menospreciar a los que de manera correcta la hacen. Elija un buen político, que sea correcto y que lo represente (le cuento que sí los hay). Si está bonito o bonita es un plus pero no un requisito.

Si le gusta la pesca irresponsable le recomiendo la pesca de delfín (delfín en política hace alusión a hijo de otro político). Con ellos tendrá la sensación de ir jugando mas o menos a la fija. Y digo sensación no mas, ya que de mi análisis me atrevo a decir que contrario a las leyes de la evolución, la mayoría (hay algunos que no entran en esta regla) de los delfines nacionales han ido degenerando su propia extirpe (sus padres eran mejores). Si igual quiere jugar esta carta no le recomiendo el delfín bobo. Es bobo y traicionero.

Si es de los que afirma que el Senado y la Cámara están llenos de “indiazos”, le cuento que en algo puede tener razón, pero no se le olvide que para eso son las corporaciones públicas. En ellas sentamos “indiazos”, gente divinamente, costeños, cachacos paisas, indígenas,  ricos, pobres, y muchos más a pensar en como trabajar para todos y con representación de todos. Si solo le gustaría ver gente divinamente como usted, le cuento que la monarquía  no opera en Colombia y que como opción le queda la cámara de los lores (House of the Lords) en Inglaterra (Necesita ser conocido de la Reina u obispo de la iglesia anglicana. Para alguien divinamente no hay problema).

Si quiere saber sobre los candidatos pregunte, busque, lea, oiga radio, vea debates. En la era de la información es prácticamente un pecado llegar a los comicios electorales a jugar al pinochazo con los tarjetones. Casi todo lo que debe saber esta a un click o un botón de distancia. Lo bueno y lo malo de nuestros Padres de la Patria está a nuestro alcance, usémoslo en nuestro propio beneficio.


Por último, si nada pero nada le sirve, es hora de que deje de quejarse y haga usted mismo política o se vaya del país.