Para Quien Construimos Riqueza

Se cumplen el proximo año, 20 años de la entrega de mi tesis de grado en la Universidad de los Andes. Vista en retrospectiva es un documento bastante vagabundo y por demás mal escrito. Para ser justo en la falta de contundencia del tratado, asumo yo la responsabilidad y liberó de ella a mi muy querido amigo Alberto. Menciono este hecho pues fue en la elaboración de nuestra tesis que por primera vez en mi vida me enfrente  a las cifras de concentración de riqueza en el país. 20 años después, y con gobiernos de distinto talante las cifras se hacen aún mas groseras.

Con el llamado escándalo de los baldíos y los actores principales de esa película he hecho consciencia que en general como sociedad el tema de la equidad y la distribución equitativa de la riqueza nos importa un comino.

Les importa poco a los gobiernos que lo único que han buscado es  llenar de oportunidades y prebendas a aquellos que por su posición, riqueza y poder los mantienen con las manos en las riendas del Estado. Les importa tan poco a nuestros gobernantes que con profundo descaro salen a salvarlos con proyectos legislativos para legalizar sus deslices morales.

Se enorgullecen nuestros prestantes abogados por que son muy ¨vivos¨ y han encontrado la forma de estrangular la ley y el famoso espíritu del legislador cuando crea nuestras normas. desdibujan su labor como protectores de la ley y su significado y se entregan a toda clase de maniobras que parecen legales pero que a todas luces hacen borrosa su moralidad y ética.

Se equivocan los empresarios al no querer compartir los proyectos productivos con personas que no son de su mismo talante y estrato. Se equivocan al no ser generosos con su conocimiento y capital para construir mas empresarios, para educar y compartir en la prosperidad.  Se equivocan al no creer que la prosperidad de otros es a su vez su propia prosperidad.  Eso si, se dan un buen baño de moral al donar algunas migajas deducibles de impuestos a fundaciones que les dan renombre y les permiten ponerse la medalla de la responsabilidad social.

Nos equivocamos como sociedad al elegir repetidamente a los mismos gobernantes, y al exaltar como modelos de líderes a seguir a nuestros abogados vivos y empresarios individualistas con poca visión de inclusión y equidad.

No me opongo a que los ricos sean mas ricos(si bien se lo merecen). No creo en la nivelación por lo bajo de la riqueza. Simplemente me amarga que la atención de una sociedad este puesta en facilitar y exaltar la inequidad.

Comienza hoy por fin la aventura. Por fin tengo el valor de sentarme a escribir y hacer público de la manera en que puedo lo que pienso y siento sobre el mundo. Me ha gustado observar y asumir posición frente a las cosas pero muy pocas veces me he atrevido a exponerlas. la verdad es que el no hacerlo me ha generado algo de amargura y frustración y es por ello que he decidido no matar si no convivir con ese demonio.

En lo últimos años he encontrado en la escritura una manera precisa y elegante de darle orden a lo que siento. Mi cabeza es incapaz por si sola de clasificar y retener todo aquello que veo y proceso. las letras, palabras, frases y textos me abren a la claridad y a un lenguaje que casi nunca puedo expresar con los gestos que cruzan a través de mis cuerdas bucales. Como alguna vez me comento la querida Ana Maria Escallon ¨No puedo creer que escribas esto y te expreses como en un taller de carros¨. Y bueno así me trajeron al mundo y así he terminado de forjarme. Es por ello que si me quiero hacer entender ahora mejor escribo.

Me gusta observar y pensar. Me gusta disentir y debatir. Soy vanidoso en muchos aspectos y uno de ellos es de querer pensar y sentirme distinto. En esa exaltación a mi ego suelo defender causas tontas y sin sentido por el solo hecho de que me perciban distinto e independiente. Suelo darme cuenta de la debilidad de mis argumentos, pero así mismo me mantengo. Muchas otras veces de corazón y razón veo las cosas distintas y estas batallas las doy con mas limpieza y tranquilidad.

En este lugar de encuentro mío con el mundo habrá de todo, razón y sin razón, argumentación lógica o simplemente intuición. lo mas común será mi mala ortografía.

Bienvenido yo y bienvenidos ustedes.

Eduardo Lleras

BIenvenidos