domingo, 9 de noviembre de 2014

Conversación secreta del gabinete de Petro

Con estos problemas recientes de espionajes y hackers no es una casualidad que a ciudadanos comunes como el que les escribe, les llegue información sobre acontecimientos importantes de la elite política colombiana. El día de ayer, de muy  buena fuente, recibí la transcripción de una grabación que tuvo lugar en el Palacio de Liévano a propósito de la propuesta del Alcalde Petro de construir proyectos de vivienda de interés prioritario en sectores de estrato 6. Comparto con ustedes los acontecimientos.

El Alcalde Petro dirigiéndose su secretaria:

Petro:  Esta niña, hazme el favor de convocar de urgencia a los secretarios Navarro, García Peña, Racero, Noriega y Rey.

Secretaria: Señor Alcalde, lamento informarle que los secretarios mencionados ya no hacen parte del gabinete.

Petro: Qué horror, qué deslealtad, convoca  entonces a  Flechas, Asprilla, Bravo, Mogollón y Pinto.

Secretaria: Qué vergüenza con usted señor Alcalde pero ellos tampoco están en sus cargos desde hace algún tiempo.

Petro: Mmmmmm y ¿por qué se han ido?

Secretaria: Alcalde, por razones personales o destitución.

Petro: Pero yo no tengo que ver con nada eso ¿cierto? Mi liderazgo ha sido impoluto como todo lo que hago.

Secretaria: Jiji, sí Alcalde usted  es de lo mejor en liderazgo que este país ha conocido.

Petro: Muy bien, cita entonces a los que estén actualmente en sus cargos y hazme el favor de pasarme una listica con sus nombres.

Reunión de gabinete martes 4 de noviembre.

Petro: Señores, señoras y Bacatá, los he convocado para que debatamos un tema importante que nos permitirá llevar a la Bogotá Humana a una dimensión aún mayor. Antes de entrar en el tema he tomado la decisión de que no nos llamemos por nuestros nombres y apellidos si no por el cargo que ostentamos. De esta manera evitaremos equivocaciones en este mar de persecuciones de la oligarquía y deslealtades personales que nos han llevado a la alta rotación de nuestro gabinete. Con esto dicho les comento que estoy preocupado por la falta de figuración que ha tenido mi nombre en los medios en los últimos tiempos y he decidido mandar un bombazo para mover la opinión.

Secretario de Gobierno: Señor Alcalde, me muero por oír su nueva genialidad.

Petro: Gracias Secretario por sus palabras. El tema compañeros es sencillo y explosivo, vamos a anunciar la construcción de vivienda de interés prioritario en barrios de estrato 6, en la pepa de la oligarquía colombiana.

Secretario de Hacienda: Señor Alcalde, y ¿esto se puede hacer?

Petro: La verdad creo que no, pero eso no importa. Lo verdaderamente importante será la respuesta masiva de improcedencia de mi idea. Con la opinión en contra mía no hay manera de que salga quemado, por donde lo miremos ganó.

Secretario de Movilidad: ¿Cómo así señor Alcalde?

Petro: Obvio, mi querido secretario, si por alguna loca razón el proyecto se hace, seré recordado como la primera persona en la historia de la humanidad en lograr un proyecto incluyente en la sociedad. Si como es mas lógico no se hace, aprovecharé para arengar a los estratos sociales bajos en contra de los oligarcas y decir que son ellos los que no quieren un cambio de país, más equitativo, justo e incluyente,  como el que propongo.

Secretario de Integración Social: Pero ¿es cierto que sería el primer dirigente en la historia de la humanidad en lograr esto?

Petro: Claro que no, pero tu sabes que con un micrófono al frente las mentiras me salen mejor, me apropio de todo lo ajeno y hasta logro convencer.

Secretario de Integración: Genial como siempre.

Petro: Es bien importante que tengamos claro que mi discurso será el de la inclusión,  convivencia e igualdad, para que no la vayamos a embarrar.

Secretario de ambiente: Pero en el fondo ¿no es eso lo que busca?

Petro; Por Dios, secretario, que poco me conoces, pues claro que no, lo que quiero es todo lo contrario, POLARIZAR y apropiarme del discurso de inclusión y justicia y dividir de esta manera  a la sociedad  para que así logremos pasar la calle del Palacio de Liévano al Palacio de Nariño en unos años.

Secretario de Integración: Genial, simplemente genial.

Secretario de Hacienda: ¿Y qué pasará si nos señalan la improcedencia económica y/o jurídica de la idea?

Petro: Nuevamente compañeros eso no importa. Ya todos sabemos que la idea es loca y carece de todo fundamento o lógica y es por ello que no podemos llevar la discusión al plano de lo legal o procedente. La discusión girará en torno a la lucha de clases  y de mi figura como paladín de la justicia social. En este plano ustedes saben que soy imbatible.

Secretario de Educación: Señor Alcalde, ¿y no debemos preocuparnos por la opinión de la clase política?

Petro: Mmmm, creo que no eres consciente de toda mi genialidad. Con mi absurda propuesta tomo como rehén a toda la clase política con algún tipo de aspiración. Ninguno se atreverá  a disentir abiertamente conmigo, y si alguno lo hace, con mis maniobras ilusorias lo llevaré a las cuerdas, lo señalaré de oligarca, imperialista, neoliberal y otras cochinadas más. Como ven, por el camino me libero de competidores a la Presidencia.

Secretario de Integración: Que bárbaro, otra genialidad más.

Gerente de Metrovivienda: Alcalde ¿y no hay algún riesgo en esto?

Petro: Para mí no, para ti sí. Muy posiblemente tú y algunos mas de ustedes saldrán quemados de esta aventura, pero tómenlo como el precio a pagar por llevar a mi genial figura al solio de Bolívar. Esto es como el juego del ajedrez en donde los peones, alfiles, torres, caballos y hasta la misma Reina se sacrifican en pos de algo mayor y mas importante que ellos que es el Rey. Yo soy su Rey, señores. Ya antes de ustedes varios han tenido que sacrificar mucho para permitirme estar y mantenerme en el Palacio de Liévano. Después de ustedes vendrán otros y siempre tengan presente que lo que importa es mi figura, mi nombre que representa el presente y futuro del país.

Secretario de Hacienda: Que inspirador Alcalde.

Petro: Bueno, manos a la obra muchachos, de frente y paso de vencedores.

Secretario de Movilidad: ¿Y qué hacemos con los  problemas que aquejan a la ciudad?

Petro (con voz tierna): Nada, como lo hemos hecho siempre. Lo importante soy yo recuérdenlo siempre.

Secretario de Integración: Genial entonces seguimos en las mismas.

Petro: Esta niña llamate a mi cuñado y dile que tranquilo que por decreto modificamos los mapas de Colombia y desaparecemos ese incomodo humedal.

Secretaria: Jijiji, como mande su majestad.

Nota: Para evitar problemas con algún perspicaz abogado o ciudadano preocupado aclaro que los hechos narrados son producto de la imaginación del autor y la locura colectiva de la sociedad en que vive.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Presupuesto made in Las Vegas

Una vez al año las empresas entran en un  especie de acuartelamiento de primer grado por espacio de un mes . Reuniones van y vienen. Duras negociaciones y estrategias de expertos jugadores de póker son el día a día. Se adelantan las cartas al niño Dios llenas de peticiones  y con picardía algunos sonríen cuando se salen con la suya. El resultado final, una cifra impuesta en la que nadie cree y que ninguno tiene claridad de cómo alcanzar. Lo llaman presupuesto, es el coco, el Karma, el insensible yugo que los golpeará mes a mes con enorme crueldad.  

Al observar a las personas en estos meses críticos me he dado cuenta de que el ejercicio de la elaboración de un presupuesto organizacional está sustentado sobre una relación deshonesta entre los actores (ojo que no dije personas deshonestas). La malicia indígena aflora, se esconden y/o inventan cifras, se frenan las ventas del periodo (para que no sea mucho mas exigente el próximo año), no se dice qué es lo que esperamos, se crecen o reducen los mercados, se inventan oportunidades nunca vistas   y cada personaje tiene al menos tres cuadros de Excel distintos: el mío, el nuestro y el de mi jefe. El sistema se corrompe y lo único que no está presente es la mera verdad pues nadie ha sido capaz de hablar de ella y se hace por lo tanto casi imposible inducirla. Parece mas una versión amateur del juego de póker de texas holdem, que un ejercicio serio, de hombres serios, hablando de negocios. 

De lo que no somos conscientes es que este juego (mas digno de un casino en las Vegas), trae unas consecuencias para la organización que con el paso del tiempo van minando la capacidad de la empresa de mantener altos estándares y crecimientos sostenidos. Algunas de las consecuencias las menciono a continuación:

  • ·      En muchos casos las conversaciones no giran sobre lo importante, estratégico o sostenible. La cifra final del período es el actor principal, el villano que destruye la capacidad creativa de repensar el negocio y proyectarlo de manera armónica al futuro.
  • ·      Si se dan las conversaciones sobre lo importante, el día a día y afán del cumplimiento absorben como un agujero negro la innovación y sostenibilidad. Año a año declaramos  las mismas necesidades, y como personajes de tragedias griegas repetimos nuestro presente y diseñamos nuestro futuro, sustentados en un pasado que no necesariamente nos ayudará a dar saltos importantes en la evolución.
  • ·      Las distintas áreas de la empresa entran en una especie de lucha y competencia por los recursos. El pensamiento y la acción en silos se refuerza. El como voy yo en este juego es el lenguaje común que nos atraviesa de manera transversal.
  • ·      Al darnos cuenta de la imposibilidad de alcanzar la meta recortamos todo aquello que nos dará una posibilidad de un futuro distinto. Abandonamos la inversión en el desarrollo de los líderes y los proyectos estratégicos se archivan con la esperanza de tiempos mejores que nos permitan abordarlos.
  • ·      Creamos una organización desmotivada que se esfuerza como un hámster en una rueda por llegar al algún lugar y nunca lo logra. Patinamos sobre el mismo punto y la moral y confianza se caen al piso, victimas de la incapacidad de alcanzar el logro y su refrescante reconocimiento.
  • ·      Sostenemos una cultura donde el incumplimiento es un rasgo determinante que se va impregnando en todas las capas de la organización. Incumplimos nuestros compromisos y diseñamos un sistema donde la responsabilidad individual y colectiva no existen, y lo que es peor, sin ningún tipo de consecuencia.


En los últimos tiempos he compartido esta teoría con algunos empresarios. Algunos me miran, sonríen y con cariño abrazan mi ingenuidad con frases como este es el nombre del juego y no soy yo quien lo va a cambiar. Algunos otros ingenuos como yo le apuestan a algo distinto. Será el futuro quien nos juzgue,  yo por mi parte iré a las Vegas a hacer lo que se hace en las Vegas y lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas.